El número de dispositivos y plataformas digitales a disposición de los consumidores actuales se ha disparado en los últimos años. Como resultado, el consumidor de hoy está más conectado que nunca, con más acceso a los contenidos y las marcas y un compromiso más profundo con ellos. Y estos cambios están contribuyendo a la revolución de los medios de comunicación y desdibujando las definiciones tradicionales de éstos.

Los estadounidenses poseen ahora una media de cuatro dispositivos digitales, y el consumidor medio pasa 60 horas a la semana consumiendo contenidos a través de distintos dispositivos. Además, la mayoría de los hogares de Estados Unidos tienen televisores de alta definición (HDTV), ordenadores conectados a Internet y teléfonos inteligentes. Además de más dispositivos, los consumidores también tienen más opciones sobre cómo y cuándo acceder a los contenidos.

Como consecuencia, los hábitos de consumo están cambiando. La rápida adopción de una segunda pantalla ha transformado la experiencia tradicional de ver la televisión, ya que los consumidores utilizan los teléfonos inteligentes y las tabletas como extensiones naturales de la programación que ven. Y el uso de las redes sociales es ya una práctica habitual en nuestra vida diaria: casi la mitad (47 %) de los propietarios de teléfonos inteligentes visita las redes sociales todos los días.

Nunca ha sido tan importante saber cómo se comportan los consumidores como en el actual entorno digital, en rápida evolución. Estas tendencias de la tecnología digital están impulsando los nuevos estilos de vida multipantalla y constantemente conectados de los consumidores.

Los hispanos se adelantan a la curva digital

Los consumidores hispanos han adoptado rápidamente las pantallas múltiples en sus rutinas diarias de visionado de vídeo y representan 47 millones de espectadores de televisión tradicional en EE.UU., cifra que va en aumento. Los latinos adoptan los teléfonos inteligentes a un ritmo mayor que cualquier otro grupo demográfico y ven más horas de vídeos en línea y en sus teléfonos móviles que el estadounidense medio.